La Virgen, el Niño y los Magos, San Clemente de Tahull, Cataluña, España (s. XIII) |
En la semana anterior, el seis de enero, niños y adultos celebramos a los “Tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar”. La Iglesia Católica celebra esta fiesta bajo el nombre de la Epifanía (del griego ἐπιφάνεια: manifestación), en algunos países (como en México) el domingo entre el 2 y 8 de enero, en otros el día 6. Para la Iglesia Ortodoxa, esta fiesta es mayor aún que la Navidad.
En honor a la verdad, he de decir que hay tres datos digamos no del todo verdaderos al inicio de esta entrada: “tres”, “reyes” y “Melchor, Gaspar y Baltasar”. La tradición (nótese que la pongo en minúscula, luego diré por qué) han creado esos datos, pero en realidad no hay ningún fundamento por el cual afirmarlos.
Los datos que quisiera resaltar del Evangelio de san Mateo (2,1-12) son:
1. Unos magos del oriente llegaron a Jerusalén.
2. Vimos su estrella en el oriente.
3. Hemos venido a adorarle. Postrándose le adoraron
4. Le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra.
Se ha pensado que eran tres, porque llevaban tres regalos, que eran reyes porque le llevaron oro y que eran de tres colores por cada una de las “razas” conocidas hasta ese momento (europea, asiática y africana). Pero el Evangelio no nos indica más, porque otras cosas son mucho más importantes:
a) Eran magos: no hablamos de ilusionistas, de los brujos o de hechicería (o de los que salen en la televisión…). En el tiempo de redacción del Evangelio, los magos eran las personas sabias, lo que hoy llamaríamos astrónomos (no como los actuales “astrólogos”), estudiosos, que hacían predicciones basados en el estudio de los astros (pero mucho más científicos que los astrólogos). El Evangelio nos quiere decir que eran hombres de ciencia.
b) De oriente: si nos centramos en la cultura judía, es de los datos fundamentales y por el cual el nombre religioso de la fiesta es “Epifanía”. Los judíos consideraban impuros (es decir, pecadores) a las personas de otras religiones, culturas, países a tal grado que el sólo hecho de tocarlos, era capaz de hacer impuro a un judío. Que vengan de oriente significa que son de otra cultura, de otra religión, que el Niño al que adoran, vino para todos, ése Niño se manifiesta (epifanía) a todos los hombres (no sólo a los judíos). Por eso los ortodoxos la celebran con mayor solemnidad que la navidad misma.
c) Adoraron: según la Real Academia, es “Reverenciar con sumo honor o respeto a un ser, considerándolo como cosa divina”. Ellos, hombres de ciencia reconocieron como Dios a un Niño recién nacido. Su ciencia (razón), que de algún modo muy vago los guío a él (se perdieron, tuvieron que preguntarle al rey Herodes), se rinde ante ese Niño. ¡Qué enseñanza tan grande, pues nos demuestra que la ciencia y la fe no están peleadas!
d) Oro, incienso y mirra: Regalos sumamente significativos, pues nos indican una triple misión del Niño (no tanto el número de los magos): oro porque es Rey, incienso porque es Dios y mirra porque es hombre. Ese Niño es verdadero Dios, verdadero Hombre y ha nacido para ser Rey, pero de un modo muy diferente (mi Reino no es de este mundo, le dijo a Pilatos).
e) Estrella: La he dejado para el último porque, para efectos de esta entrada, la considero la más importante. Esa estrella que “guía” a los magos, aparece en el cielo, ellos la descubren y al dejarse llevar por ella los lleva ni más ni menos que al encuentro personal, íntimo, con Dios. Gracias a ella han conocido al Salvador.
En la entrada anterior hablé de la ciencia, de su método y de que había una segunda “ala”: la Fe. Pues esa Fe también tiene sus métodos, sus fuentes. La ciencia usa el método científico para conocer, se basa en experimentos, teoremas, demostraciones; la Fe, por su parte, tiene sus propias fuentes de conocimiento, su propia Estrella (como la de los magos).
La primera de las fuentes es la Sagrada Escritura (la Biblia). Es la Palabra que Dios ha revelado directamente a un pueblo concreto a través de escritores, es decir, está escrita por una persona inmersa en un tiempo, espacio, cultura, historia, personalidad… y todo eso hay que tenerlo en cuenta. En entradas posteriores me enfocaré sobre este tema.
La segunda fuente, y no menos importante (de hecho, están a la par) es la Tradición (nótese que uso la mayúscula). Sin querer dar una definición digna de un libro de Teología, baste decir que es una Revelación que Dios ha hecho y confiado a su Pueblo desde los inicios del cristianismo y que bajo ninguna circunstancia puede estar en contra de la Biblia (pues ambas vienen de la misma Persona). El Espíritu Santo es quien asegura que la Tradición no se corrompa, que no se falsee, y se distinga de una simple tradición (costumbre) humana. Sobre ella, abundaré después de hablar sobre la Biblia.
La infalibilidad de las anteriores fuentes está garantizada por Dios. Esta afirmación exige fe, supone que creemos en Dios, porque de lo contrario, carece de validez. Es un dato acientífico (no es objeto de la ciencia, no es demostrable, medible, experimentable, repetible…). Los magos no tenían la certeza de lo que iban a encontrar al final, simplemente fueron y siguieron la Estrella, tuvieron Fe en ella.
Una tercer fuente es el Magisterio de la Iglesia son las enseñanzas del Papa y de los obispos y Concilios en comunión con él que brotan de una reflexión sobre la Biblia y la Tradición y nos ayudan a profundizar más en el conocimiento de Dios.
Esas son las Estrellas que nos propone Dios para seguirlo, para conocerlo, para amarlo. La Fe no es algo irracional, algo anticientífico, no se trata sólo de creer por creer. Hay fundamentos, hay razones, pero ante todo, siempre debe haber fe.
"Adoración de los reyes magos", Francisco Bayeu, 1791 |
Toño:
ResponderEliminarDatos que desconocía completamente. Otros reforzados.
Relación interesante la que presentan los Magos entre ciencia y Fe: Hombres de ciencias como era, siguieron un evento científico. Pero encontraron al final un asunto de Fe
Saludos y Feliz cumpleaños
Toño me gusto mucho como cerraste el post.
ResponderEliminarToda la información que pones es muy interesante, voy a seguir leyendo futuras publicaciones te deseo mucho éxito !!! :)
saluditos
Ana Laura: muchas gracias por tu comentario, espero seguir manteniendo el interés.
ResponderEliminarManuel: muchas gracias por las felicitaciones. Además de los festejos, me ha llovido mucho trabajo.. perdón por contestar hasta ahora.