domingo, 16 de octubre de 2011

Comenzando por el principio 1



En la filosofía clásica, hay un principio que se llama de no-contradicción, y que se enuncia de la siguiente forma: “Algo no puede ser y no ser al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto”. Esto aparentemente es hasta obvio; por ejemplo, una persona en un juicio no puede ser “inocente” y “culpable” a la vez: sólo se puede ser una de ambas opciones. Si está siendo juzgada por varios delitos, ahí sí puede ser “inocente” en algunos y “culpable” en otros, puesto que no lo es bajo el mismo aspecto (en este caso, delito). Si este principio tan simple lo siguiéramos como una norma de conocimiento y de conducta ética, nos evitaríamos muchos problemas, pero por desgracia esto no siempre sucede.
¿Cuándo comienza alguien a ser humano? ¿Qué es lo que verdaderamente nos hace ser personas? Sobre esto, hay un sinfín de opiniones. Un tiempo se pensó que cuando se alcanzaba el uso de razón, aunque hay quien dice que desde el momento del nacimiento, otros que a las doce u ocho semanas y los más aventurados (y por ende, criticadas), hablan de la fecundación (o concepción) como el momento en el que se “origina” la persona humana.

La noción de persona.

Boecio
Debemos comenzar, entonces, por encontrar lo específicamente humano, pues será en ese momento cuando se comienza a ser persona.
Boecio, considerado como el último filósofo romano (vivió del año 480 al 525), acuñó una definición de persona que hasta el momento ha sido la más completa y profunda: "substancia individua naturae rationalis" (substancia individual de naturaleza racional). A continuación analizaremos cada uno de los elementos de esta definición.

La substancia individual.
Por substancia se entiende como algo que existe en sí y no en otro, es decir, que puede mantenerse en la existencia (subsistir) con cierto grado de independencia. La substancia se opone al accidente, el cual necesita existir necesariamente "adherido" en una substancia. Por ejemplo, el color rojo en sí mismo no puede existir, ya que requiere de una materia en la cual manifestarse (una superficie o una pintura de color rojo). La bondad, por continuar con los ejemplos, en sí misma no existe (jamás la veremos en la calle), sino que existen personas que son buenas.
Hablar de una computadora es hablar de una substancia pues existe en sí misma y no importa si es blanca, roja, verde o azul, si es pesada o liviana, si es de cierta marca o modelo, a pesar de todo sigue siendo computadora: es una substancia.
Un elemento de la tabla periódica, por muy breve que sea su vida, es una substancia (recordemos que mientras mayor es su numero atómico, mayor es su masa atómica y más inestable su núcleo, lo que hace que su vida sea breve, hasta de menos de un segundo).
Si María va a la playa y se asolea, regresará más bronceada que al principio de su viaje, y nadie pensará que en el camino han cambiado a María, pues a pesar que su tez ha cambiado, sigue siendo la misma persona. De la misma forma, sin ella me invita a su casa y veo una foto suya de cuando era niña, son la misma María, sólo que con diferente grado de desarollo físico, psicológico y mental, pero finalmente (y es lo importante de la sustancia), no importa cómo se revista (bronceada, niña, adulta, sin broncear...) siempre es la misma y sólo cambia su apariencia (los accidentes).
Lo que Boecio nos quiere decir con "substancia individual" es precisamente que ese "ser" es capaz de existir en sí mismo, no en otra persona, pero en el sentido filosófico del término: no existe como el color rojo en una lámina de metal, o como la redondez en un pedazo de caucho (un balón), o como la bondad en una persona, sino que en sí mismo existe, aunque no por ello deja de requerir "ayuda" exterior: un átomo de un elemento muy pesado tiene una vida muy breve y requiere de ciertas condiciones en laboratorio para que pueda "durar" un breve tiempo su existecia. Lo "individual" nos indica que tiene una serie de características que lo hacen ser única, diferente a las demás, es un individuo.

La naturaleza racional.
"De naturaleza racional". En sentido filosófico, la naturaleza significa el principio por el cual algo es y actúa como tal, indica que para ese ser le es posible actuar de determinada manera (aunque no lo haga). Por ejemplo, la naturaleza propia de un teléfono es comunicar, sin embargo, debido a una serie de condiciones externas (saldo, batería, disponibilidad de la red, etc.) pueden hacer que no pueda usar el teléfono para comunicarme, y no por eso va a dejar de ser teléfono. Nadie en su sano juicio diría que ese ya no es un teléfono sólo porque ya no puede comunicarse. Sin embargo, si lo dejo en las vías del tren y éste o hace trizas, entonces ya no es un teléfono (es chatarra) pues definitivamente ha quedado imposibilitado para comunicar, que es su naturaleza.
Ahora bien, si unimos el "naturaleza racional", debemos quedar en el entendido que esa substancia, con las condiciones correctas, es capaz de realizar operaciones como el razonamiento, el amar, el querer (que no es lo mismo que desear), es decir, no significa que ya debe tener uso de esas capacidades, pues de lo contrario cuando ese ser dejara de hacer uso de su racionalidad, entonces dejaría de ser persona: un recién nacido, una persona con algún problema mental, o simplemente alguien que está dormido o inconsciente (pues no realiza en esos estado actividades totalmente racionales).

¿Cuándo se "comienza" a ser persona.
La pregunta importante aquí es, ¿El óvulo recién fecundado (cigoto) es una substancia individual de naturaleza racional? Porque de serlo, cumple con los requisitos para ser persona, y por tanto el aborto es, con todas las letras, un asesinato (se priva de la vida a una persona).
Comencemos hablando del criterio de substancialidad, que es el más sencillo de demostrar. El cigoto, si bien es una célula única, posee un código genético, el ADN, que dicho sea de paso es una huella de identidad única para cada persona (solamente los gemelos idénticos me parece que comparten el mismo ADN). Ese código está compartido, en un gran porcentaje, con sus padres (a través del óvulo y el espermatozoide), pero tiene algo único, diferente al de su madre y al de su padre, que lo hace ser un individuo diferente, un "algo" que no es parte del cuerpo de su madre (aunque esté dentro de él). Ese cigoto, por lo menos desde el punto de vista genético, es un individuo diferente a sus padres, posee una identidad propia (su genoma) y en sí mismo un impulso vital que ocasionará que pronto comience a dividirse (generando una mórula de células) y comience a plasmar en carne y hueso la información que contiene en su código genético. Sin duda, hablamos de un nuevo individuo.
Sin embargo, y esto puede objetarse, el crecimiento de dicho cigoto depende de su madre: si no se implanta en tiempo y forma en el útero de su madre, entonces simplemente morirá y, por tanto, no es una substancia. Este pensamiento es erróneo, pues considera como substancia solamente aquello que tiene una absoluta independencia de otra cosa para mantenerse en la existencia, y bajo esta misma premisa, alguien que depende de un pulmón o corazón artificiales para continuar viva, no es persona (puesto que si se le desconecta, perderá su vida pues no puede respirar o bombear la sangre por sí misma). Este cigoto ya representa un individuo diferente (una substancia) que si bien requiere de los nutrientes que le vienen de su madre para su desarrollo posee en sí una cierta autonomía que le permite subsistir (brevemente, pero posible). Si fundo una lámina de color azul, el color desaparece al mismo tiempo que la lámina (pues no puede sobrevivir ni siquiera un instante sin ella), pero el cigoto, aunque sea un tiempo breve, puede sobrevivir sin su madre (aunque al final muera).
Nos enfrentamos, en este momento, al caso de María en su foto de niña y en su estado adulto: Sólo hay una diferencia en el grado de desarrollo (ciertamente muy grande) entre el cigoto y el adulto, pues su identidad genética ha sido la misma desde ese momento. Han cambiado los accidentes (fisonomía, tamaño, desarrollo, etc.) pero el idndividuo como tal (que va más allá de lo material) no ha cambiado a pesar de que el cigoto y el adulto no se parezcan. Si a ese cigoto se le proporcionan las condiciones de alimentación y de tiempo necesarias, se desarrollará por su propio impulso y alcanzará la fisonomía y fisiología de un humano, lo cual, en definitiva, no sucedería con un espermatoziode o un óvulo solitarios.

En cuanto al segundo criterio (naturaleza racional), lo abordaremos en la siguiente entrada (pues ésta ya es muy extensa).

1 comentario:

  1. Una disertación difícil Toño.

    Una pregunta (cuando se comienza a ser persona) cuya respuesta no verá la especie.

    Saludos.

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