miércoles, 23 de febrero de 2011

Una larga historia jamás contada


El viernes pasado falleció un familiar muy querido. Debido a esta situación, no me fue posible preparar la entrada del domingo, por lo cual agradezco su comprensión. Les pido una oración por el eterno descanso de Guadalupe López de Mendoza, a cuya memoria dedico la presente entrada.

La forma con que la Biblia fue escrita no es semejante a, por ejemplo, uno de literatura, o de texto escolar, sino que siguió varios procesos.
Códice Vaticano
Casi todo comienza con las “tradiciones orales”, que bien pueden ser las predicaciones (directamente de los apóstoles y profetas) o de relatos orales (como el caso de algunos libros del género histórico) los cuales van siendo puestos por escrito. Con esto quiero decir que, por ejemplo, el libro del profeta Isaías no necesariamente fue escrito por él.
Como cada escritor tiene un estilo propio de redacción (y eso lo podemos distinguir no sólo en la literatura, sino en la vida diaria, desde la forma en tomar los recados), es posible, con un estudio detallado, identificar las diversas “manos” que intervienen en la redacción. ¿En qué se fijan los estudiosos? En formas verbales (uso de voz activa o pasiva, de ciertos tiempos o modos), en estructura gramatical, en palabras que el autor gusta usar (en san Juan por ejemplo “verdad”), el uso de ciertos “modismos”, de estructuras de discursos, temas, referencias históricas, etc.
De esta forma podemos identificar a varios autores en el mismo libro. Por ejemplo, el libro del profeta Isaías fue redactado al menos por tres diferentes profetas, separados no sólo por el estilo, sino por el tiempo: los primeros 39 capítulos son del s. VIII a.C., del 40 al 55 en el s. VI a.C. (durante el destierro en Babilonia) y los últimos capítulos son del s. V a.C. (al regreso del exilio), lo cual significaría que el profeta… ¡vivió alrededor de 400 años!
Creacion de sol y luna (Miguel Ángel)
El libro del Génesis tiene dos relatos de la creación. El primer capítulo estructura en seis días la creación (y el séptimo día, el sábado judío, “descansó” Dios), en donde el punto final es el hombre. Pero en el segundo, el hombre es el inicio de la creación, los cielos y la tierra y todo fue hecho para él. ¿Entonces se contradice la Biblia? ¿Cuál de los dos relatos es verdadero? ¿Primero el mundo y luego el hombre o al revés? Nuevamente, regresamos al punto que el fondo es lo importante, no la forma: el mensaje es “todo depende de Dios”.

León de San Marcos (Venecia)
Se dice, por ejemplo, que el Evangelio de san Marcos en realidad es fruto de la predicación del apóstol Pedro. ¿Cómo se sabe? El capítulo 10 del libro de los Hechos de los Apóstoles narra una predicación de san Pedro a Cornelio, un centurión romano. El “esquema” (contenido) de dicha predicación es prácticamente el índice del Evangelio de san Marcos (que de hecho, en tiempo, es anterior al todos los libros del Nuevo Testamento), por lo cual asumimos que Marcos fue el secretario de Pedro durante su ministerio en la ciudad de Roma.
Otro ejemplo más es el Evangelio de san Juan. En el último versículo del capítulo 20 el autor da por concluido el evangelio, sin embargo todavía se le adiciona un capítulo extra, con un estilo muy similar, pero no idéntico. Más aún, el libro del Apocalipsis del Apóstol san Juan muy probablemente no sea de él, sino de alguien más, sobre todo por el estilo de redacción, las diferencias en la gramática y algunos otros puntos más.
El Apóstol san Juan
El punto fino aquí es que no siempre el redactor es el mismo que el predicador (en casi todo el Nuevo Testamento sí corresponde, excepto tal vez algunos fragmentos y el Apocalipsis), pero no debe ser motivo para desdecir la validez del texto, porque el origen o valor del contenido no depende directamente del escritor, sino de la inspiración divina. El garante, en último caso, es Dios mismo, no “Isaías”, “Oseas”, “Baruc” o “Moisés”.
Esto nos conecta a un punto escabroso, que abordaremos en la próxima entrada (que prometo será en domingo): los libros apócrifos, o lo que es lo mismo, ¿Cómo distingo un libro inspirado de uno que no?

1 comentario:

  1. Muchas veces el estilo delata al escritor.
    No sabía eso de que Pedro podría haber "ayudado" en el evangelio de San Marcos.

    Luego paso por el facebook

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